La claridad que el alba comenzaba a dar
sobre las montañas
pronto llegaría a los campos,
la niebla y la oscuridad en retirada
abrazaban a unos seres eternos
que vivían en la zona,
silenciosos, quietos
grandes y fuertes
bien arraigados a aquellos campos
que eran su morada...
Fuente imagen: serraniadepalabras.blogspot.com
Fuente texto. Joaquín Guerrero
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